viernes, 13 de abril de 2012

REDsidencia de Estudiantes: conclusiones

Una vez terminado y evaluado el proyecto REDsidencia de Estudiantes, llega ahora el momento de extraer conclusiones. Tras mucho darle vueltas, se me ocurren estas:

Sobre redes sociales y educación

Introducir las redes sociales en la práctica educativa es un arma de doble filo. Nada hay que criticar en cuanto a sus aportaciones a la motivación, alas posibilidades expresivas y de comunicación, a la interacción constante, a la cercanía a la realidad y al día a día del alumnado. Por contra, supone riesgos (asumibles) como las posibles distracciones del objetivo perseguido, y otros, como el uso de la webcam en los chats, que merecen bastante más respeto y hacen necesarias algunas recomendaciones sobre seguridad personal en el uso de las redes sociales.
Por otro lado, ¿qué uso es el más adecuado? Aunque podría hacerse, no las considero las herramientas más adecuadas para la organización del curso (me muevo bastante mejor con los wikis); prefiero utilizar su potencialidad comunicativa para actividades más definidas y, a poder ser, con el valor añadido de servir de soporte a contenidos curriculares.
En cuanto a qué tipo de red usar, con los alumnos mayores soy partidario de utilizar las mismas que ellos usan, no crear redes propias. Así, de paso, se educa también en su uso responsable y se adquieren aprendizajes muy significativos.

Sobre la metodología PBL (Project Based Learning)

Se trata de la primera secuencia didáctica en la que he pretendido seguir de una manera ortodoxa la metodología PBL. En líneas generales, me siento satisfecho con el resultado y me ha dado confianza para intentar nuevas empresas. Creo que es un camino muy coherente para introducir las TIC en la práctica educativa de una manera natural y de insertar la práctica educativa en la realidad que rodea a nuestro alumnado.
Quizá haya pecado de encorsetado este proyecto, con un exceso de detalles en el desarrollo de las tareas. En mi defensa puedo decir que ha sido una reacción lógica ante el temor de que el alumno se perdiese y no supiera qué hacer, con la consecuencia lógica de la sensación de pérdida de tiempo. Que nos acusen de este infausto delito (los que dais 2º de Bachillerato seguro que lo entendéis) es lo que ningún profesor del mundo quiere oír. A toro pasado, el desarrollo de varias de las tareas podía haber permitido un itinerario de aprendizaje más personal, libre y creativo.
Si estáis interesado en el tema, os aconsejo seguir en Twitter el hashtag #pblesp.

Sobre aprendizaje cooperativo

En este tipo de proyectos, centrado en el aprendizaje cooperativo, las aportaciones de todos son igualmente necesarias. Una de las críticas más comunes ha sido que el poco trabajo desarrollado por algunos alumnos ha impedido el aprendizaje de los demás. Para futuras experiencias de trabajo cooperativo sería conveniente cuidar estos detalles y seguir más de cerca el trabajo de los alumnos potencialmente menos trabajadores, con idea de que no se resienta el resultado final.

Sobre 2º de Bachillerato y la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU)

Es un lugar común entre el profesorado de 2º de Bachillerato sufrir la presión añadida al desarrollo del currículo que supone la preparación de la PAU. También son frecuentes las quejas sobre los modelos de PAU establecidos, unos exámenes que no se sabe bien qué evalúan (y aún así, su calificación es vital para las aspiraciones profesionales de nuestros jóvenes), centrados más en contenidos que en competencias.
Ya conté en otra entrada de este blog la organización de la materia que estamos siguiendo este curso. Allí se defendía que en muchos casos es posible, partiendo de la estructura propuesta para la PAU, desarrollar determinadas competencias que, sin dejar de lado las exigencias de la prueba, preparen realmente al alumnado para el mundo universitario. Sigo creyendo que, mientras no consigamos cambiar la prueba, lo que evalúa y la importancia excesiva de la calificación obtenida como mecanismo de acceso a los grados, algo se puede hacer desde nuestras programaciones y la metodología para enderezar, en lo posible, este sinsentido en beneficio de nuestros alumnos.

Sobre la búsqueda de información en Internet

Nuestros alumnos están acostumbrados a buscar en Internet, es cierto, pero lo hacen con un sólo buscador (Google) y se suelen quedar con las diez primeras entradas que aparecen seleccionadas (a poder ser, la de la Wikipedia). Con la información encontrada, lo que suelen hacer es un ejercicio de "cortar y pegar". En un proyecto en que era importante encontrar información relevante sobre los distintos autores, esto ha sido un problema.
Para evitarlo, se programó la utilización de aplicaciones para elaborar líneas del tiempo (TimeRime, primero, xTimeline, después), con la idea de que seleccionasen los hechos importantes de la vida de los poetas para situarlos sobre la línea temporal y así tuvieran que analizar más detenidamente la información de que disponían.
Con la idea de que aportasen distintos tipos de páginas relevantes, se les invitó también a crear una página de marcadores sociales para cada autor. Estas aplicaciones, sin embargo, han sido las peor trabajadas, pues ni entendían la necesidad de guardar los enlaces ni su funcionamiento, además de usar distintos terminales, unos con los botones de la aplicación en el navegador y otros no.
De todos modos, trabajar la búsqueda de información fiable en Internet, su manipulación y utilización, respetando al mismo tiempo las distintas condiciones en que se encuentran los derechos de autor y citando convenientemente su procedencia, debe ser una tarea previa a proyectos de este tipo y un hábito imprescindible que adquirir en la ESO como parte de las competencias comunicativa y digital.

Sobre divertirse en clase

Una de las cuestiones que más agradecí de entre las respuestas a los formularios de evaluación han sido las muestras de agradecimiento por parte de los alumnos por haberles propuesto actividades amenas, relajadas y hasta divertidas en un curso que no suele permitirse esas licencias y que estresa enormemente a los adolescentes hasta niveles abusivos (de hecho, el hashtag más usado en sus cuentas de Twitter es #odiosegundodebachillerato). Y lo agradecí porque el aburrimiento es lo que más se nos critica a los profesores generalmente, como hicieron los alumnos que participaron en el reciente EABE12 en Carmona. Allí escuché una frase lapidaria: "No nos gustan aquellos profesores que, cuando entran en clase, ya sabemos lo que van a hacer". No es que aboguen por la desorganización, sino que acusan las prácticas rutinarias, que nada aportan al aprendizaje. Desde entonces es algo que tengo siempre presente e intento, en la manera de lo posible, evitar en mi trabajo diario.

Sobre evaluación

Proyectos de este tipo necesitan de procesos de evaluación serios que nos permitan comprender sus bondades e identificar sus debilidades. Para ello es imprescindible implicar a otros en su evaluación: compañer@s (me alegro de haber solicitado a @ainhoaeus, @dasava, @interele y @Guidix ayuda para la mejora del proyecto, pues me sirvieron mucho sus indicaciones, así como la efusiva acogida que ha tenido de otras tuiteras como @marudo76 o @mjchorda) y, sobre todo, los alumnos y alumnas que lo llevaron adelante. Los cuestionarios de autoevaluación y de evaluación de los compañeros han resultado elementos importantísimos para comprender los procesos de aprendizaje y las dificultades encontradas, así como para fomentar la autonomía y la responsabilidad del propio aprendizaje.

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4 comentarios:

Ainhoa Ezeiza dijo...

Creo que el proyecto ha sido valiente y con fuerza, teniendo en cuenta tanto las características de la propuesta como sus participantes.

Ha sido un lujo ir siguiendo el proceso, ¡muchas gracias por compartirlo!

Nacho Gallardo dijo...

Gracias a ti por tu apoyo y colaboración constantes, y por tu empeño en extender el uso de la metodología PBL. Este proyecto debe mucho a las jornadas de Donosti de este verano.

Maru (marudomenech@gmail.com) dijo...

Me ha encantado esta reflexión final. Has planteado un proyecto precioso y muy elaborado. Estoy segura que tus alumnos no lo olvidarán y ese será tu triunfo, el haber conseguido que se implicaran y aprovecharan bien el tiempo.
¡Enhorabuena, valiente! que arriesgarse a trabajar por proyectos en Segundo de Bachillerato no tiene precio.

Nacho Gallardo dijo...

Gracias, Maru. Creo que el proyecto ha tenido algo de mí, de riesgo asumido, pero sobre todo de ellos y ellas, que, por sus características como grupo y como personas, se apropiaron de él y lo han hecho posible.